lunes, 27 de septiembre de 2010

rayuela- capitulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

lunes, 23 de agosto de 2010

para lucy

humo de cigarros escondidos...
fue roxane en los oídos
de una noche prometida por gastar.
si pochola nos mirara ahora,
nos diría la rectora
“la imagen hay que cuidar”.

ya no toma más tía maría,
ya no pinta rebeldía,
ya la arena de regatas quedó atrás.
pero esta amistad alcanza y sobra
para hacerle a la memoria
homenaje una vez más.

y a hora a cantar, y ahora a cantar,
por estos 40 años de amistad.
y ahora a cantar, y ahora a cantar,
y brindemos por otros 40 más.

dos ciudades santas te abrigaron,
una extraña tu alegría
y en el kiosco tu sonrisa angelical.
la otra te acercó nuevos amigos,
una casa y los motivos
de juntar y celebrar.

bellas artes vuelan por el cielo,
“taponado” de luceros
y de amores imposibles por soñar.
y aunque hay media pampa de distancia,
los amigos de la infancia
también quisimos estar.

y a hora a cantar, y ahora a cantar,
por estos 40 años de amistad.
y ahora a cantar, y ahora a cantar,
y brindemos por otros 40 más.

Fase 1: El Deseo. Hito 1

El proyecto daphne nació hace casi un año, aunque creo que estuvo tratando de germinar durante toda la última mitad de mi vida.
Hacia el final de los ’80 transitaba mi adolescencia con el corazón en las manos y una sensibilidad, que al menos yo creía especial, para decodificar en palabras, versos, canciones, historias, lo que el universo me develaba. Siempre seguí escribiendo, pero ya no como rutina habitual, e incluso elegí una profesión que me alejó un poco de ese camino.
... Y todo hubiese seguido de la misma forma, habría seguido alimentando espasmódica y esporádicamente cuadernos perdidos y papeles sueltos, olvidados en bolsillos y cajones... si una persona, a quien hoy recuerdo especialmente, no me hubiera alentado a “bajar” toda esta producción caótica en este espacio... para no perderlo, para poder volver a leerlo siempre y para compartirlo con aquellos a quienes pudiera llegar interesar... o por lo menos a intrigar.
Así surgió el proyecto daphne, que en realidad no es otra cosa que la planificación de mi vida literaria, la que hoy ni siquiera supera la crisálida, pero sueña con las alas.
El proyecto daphne está compuesto por sucesivos “hitos” los que a su vez se agruparán en tres fases: 1- el deseo; 2- el aprendizaje; 3- el vuelo.
A los que me acompañen, solamente les pido que me devuelvan la mirada que yo, aún dentro del capullo, no puedo tener.
Espero que lo disfruten conmigo.

lunes, 15 de febrero de 2010

la vigilia del guerrero

cerró los ojos y esperó el silencio
y el hálito vasto del amanecer nuevo.
detuvo su paso, dejó caer su escudo.
el puño cedió contra su vientre yerto.
su memoria al aire evocó el amor
y lo trajo a su lado…
el final de la batalla es un instante dulce.

ya no podían sus manos empuñar la espada,
ya no buscaba la lucha, ni pretendía la gloria,
solo regresar al sol en el pelo
de la niña que iluminó su ocaso,
al sonido fresco del arroyo en la hierba,
a transitar de nuevo las tardes encendidas
de jazmines y pájaros.

presintió el viento lamiendo sus heridas,
robando la victoria sobre el campo helado.
y capituló al viaje perpetuo
el descanso de sus pies vencidos,
por quedarse a soñar con el rocío verde,
las guitarras roncas, el vino a la mesa,
los aromas viejos de pan y madera.

esa noche el cielo le acercó la luna.